Pandillas se toman la tierra del reggae
El aumento de los homicidios y el crimen organizado está elevando la tensión política en Jamaica y el gobierno prepara reformas.
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Una creciente tasa de homicidios en Jamaica está dando municiones políticas al opositor Partido Nacional Popular (PNP), en momentos en que la policía reporta 87 asesinatos en las primeras tres semanas del año, un incremento de 51,9% en comparación con el mismo período del año pasado.
El ex ministro de seguridad del PNP, Peter Bunting, lidera los llamados al actual titular de esa cartera, Robert ‘Bobby’ Montague, del Partido Laborista (JLP), para que deje el cargo. Su renuncia es poco probable y el JLP detallará una reforma a la policía este año, pero se espera que los niveles de criminalidad se mantengan altos.
Aunque el PNP está llamando la atención sobre el aumento en los crímenes violentes desde que el JLP tomó el poder en marzo de 2016, la realidad es que la tasa de homicidios había comenzado a aumentar en el gobierno anterior. Poco después de llegar al cargo de ministro de seguridad en 2012, Bunting señaló que apuntaba a reducir el número anual de homicidios a 320 en 2017. Hubo algo de éxito al inicio de la administración del PNP, pero el número de homicidios aumentó en 20% en 2015, a 1.192, el equivalente a 43 por cada 100.000 habitantes. Durante 2016, se registraron 1.350 homicidios, equivalentes a una tasa de 48 por cada 100.000 personas.
Aunque el actual ministro de seguridad del JLP carece de la experiencia de Bunting -y recientemente tomó la inusual decisión de compartir una conferencia con Ninjaman, un afamado animador que enfrenta un juicio por homicidio-, la realidad es que gobiernos sucesivos han fallado en el combate de los altos niveles de crímenes violentos.
Más de 250 pandillas operan en Jamaica y son acusadas por la Fuerza Policial (JCF) de ser responsables de 65% de las muertes. La tasa de condena por homicidios es menor a 5%. Los llamados a endurecer la acción apuntan a una cultura generalizada de ilegalidad y una profunda desconfianza en la policía. Ha sido difícil luchar contra la cultura de las pandillas, porque estos grupos tienen raíces en las comunidades y, muchas veces, vínculos con políticos.
Jamaica occidental
Un momento crucial ocurrió en 2010 cuando EEUU pidió que el gobierno de JLP extraditara a Cristopher “Dudus” Coke, conocido como el líder pandillero más poderoso de Jamaica, basado en el distrito de West Kingston. El ejército acostumbra a apoyar a la policía, pero en este caso se hizo cargo de la operación, que dejó a 73 civiles muertos. La respuesta de muchas pandillas y pandilleros fue salir de la capital, lo que ha generado que el crimen se propague por el país. En tanto, en Kingston mismo, que Coke administraba como un estado dentro de un estado, el vacío de poder ha generado creciente violencia entre los grupos que luchan por llenarlo. Sin un plan de contingencia para después de la operación, las fuerzas de seguridad y servicios sociales aún intentan ponerse al día.
Algunas de las pandillas se han separado y mudado a Jamaica occidental, que en los últimos años también ha sido afectada por un aumento en el llamado “Engaño del Loto”, una estafa telefónica desde esa zona a ancianos estadounidenses para que entreguen grandes sumas de dinero. Ese flujo de dinero a las manos de pandillas más jóvenes ha llevado a la compra de más armas ilegales. Crecientes duelos entre y dentro de las pandillas han hecho que la comunidad de St. James, también centro de la vital industria turística del país, gane una reputación nada envidiable de estafa de loto y la violencia asociada.
Reforma a la policía
Jamaica podría tener su primera mujer comisaria en la policía si la actual interina, Novlette Grant, es confirmada en el cargo. Grant ha creado su propio plan de acción, que involucra reorientar recursos a las áreas de altos crímenes, apuntar a la actividad de pandillas y enfocarse en la reducción del tráfico ilegal de narcóticos. El gobierno del JLP aún no ha revelado su estrategia general.
Uno de los desafíos para mejorar la tasa de condena por homicidios es la pobre protección a testigos y el alto nivel de asesinatos por represalia. Junto con ello, la confianza en la policía es muy baja, y muchos temen que los oficiales estén coludidos con los miembros de las pandillas. Se ha especulado que el gobierno podría buscar un reemplazo completo de la JCF para impulsar la confianza pública y hacer frente a la corrupción institucional, pero los largos procesos en la corte y la falta de cooperación entre muchas agencias de seguridad apuntan a la necesidad de una reforma más amplia del sector de justicia completo.
Dado que el gobierno del JLP ha sido relativamente exitoso en traducir sus promesas de campaña en políticas hasta ahora, con su mayoría legislativa, EIU cree que una reforma policial probablemente llegará al parlamento hacia finales de 2017. Sin embargo, será difícil enfrentar los factores estructurales, entre ellos la localización de Jamaica como un punto de embarque para drogas traficadas internacionalmente, lo que se asocia a problemas de violencia pandillera y corrupción institucional arraigada. No anticipamos una reducción significativa en los crímenes violentos durante 2017 a 2021, y la criminalidad seguirá generando altos costos para los negocios.